Villarrobledo celebra el Dulce Nombre de María, con la devoción a la Patrona de toda una ciudad.

Como cada año, en torno al día 12 de septiembre, Villarrobledo celebra la Fiesta del Dulce Nombre de María, el Santo de la patrona, la Virgen de la Caridad.

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Una festividad que este año se ha recuperado con todos sus actos, volviendo a celebrar la ofrenda a la Virgen, con la tradicional tómbola, la pólvora y con la ilusión de los vecinos y vecinas de poder festejar la onomástica de su patrona.

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Comenzaba la novena el pasado 1 de septiembre hasta llegar al día 9 para llegar al fin de semana en el que los paseos en torno al santuario se llenaban de fiesta, devoción y sentimiento.

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Así lo señala el Alcalde, Valentín Bueno que se unía a los vecinos en esta celebración, junto a los concejales del Gobierno, agradeciendo a la Hermandad de la Virgen a través de su presidenta, Carmen Beneito, su trabajo a la hora de mantener una tradición tan arraigada en Villarrobledo y que forma parte de la identidad de toda la ciudad.

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Satisfecho el Alcalde volver a ver los paseos del Santuario llenos de gente, con grandes y pequeños disfrutando de la Fiestas, por fin, con normalidad, como se pudo ver durante la ofrenda, en la que los trajes regionales volvieron a salir a las calles y donde los claveles rojos y blancos confeccionaban el espectacular manto de la Virgen.

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Para Bueno, el Dulce Nombre de María es una muestra más de como Villarrobledo, se une en torno a sus momentos más emblemáticos, reencontrándose en torno a la Patrona, con ganas de compartir y hacer ciudad.

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La mañana de domingo tenía lugar la Solemne Misa Concelebrada para dar paso, ya por la tarde a la tradicional procesión por los paseos, en la que de nuevo la Patrona estuvo acompañada por los vecinos y vecinas, en uno de los momentos más emotivos de la Fiesta.