La monitorización y atención constantes han conseguido minimizar las secuelas del accidente cerebrovascular y reducir el número de pacientes que abandonan el hospital con algún grado de discapacidad grave.
Se ha presentado por primera vez a la evaluación de la RES-Q, la red mundial que valora la calidad asistencial de las unidades de ictus, que le ha dado la máxima puntuación en seis de los siete ítems evaluados.
Consejería de Sanidad
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