Miguel Cano Romero (Albacete, 22 julio, 1949) maestro, que es lo más que alguien puede ser, de un estilo figurativo, realista en el arte pictórico, que se hace especialmente bello.
La pintura de Miguel Cano Romero es el alma de la ciudad, tan intensa y esencial como extensa en la cuidada forma, una expresión poética única hecha realidad a través de la naturaleza de unos colores de otoño. Su producción artística ha sido fruto creativo de un magisterio excepcional, tan admirada, como emblemática y referencial. Es pura belleza, en suma, que es algo así como un misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica, como un día dijo Borges refiriéndose a lo bello.
Excepcional, Miguel Cano.
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